“Propiedad exclusiva” puede ser una
frase impactante para un grupo desorganizado de ex-esclavos y, de
hecho, esa frase se malinterpreta frecuentemente. A menudo, hay
personas que piensan que esas palabras significan que los judíos
eran, y tal vez aún son, un “pueblo escogido” como si esta fuera
la última palabra; como si un título así viniera sin obligación o
responsabilidad. Tal interpretación ignora cómo el término “propiedad
exclusiva” va de la mano en este pasaje con “ustedes serán para
mí un reino de sacerdotes.”
Esta referencia a los sacerdotes no es
sobre el sacerdocio levita. Ese sacerdocio en particular daría
estructura y organización a la vida religiosa de la comunidad. Ese
sacerdocio fue establecido después -en Éxodo
28 conjuntamente con la construcción del Tabernáculo. Éxodo 19 es
sobre algo completamente diferente. Es sobre la identidad
fundamental del pueblo de Dios.
Al declarar a Israel un “reino de
sacerdotes”, Dios está diciendo que todo Su pueblo debe
involucrarse en lo que Pablo llamaría más adelante “el ministerio
de la reconciliación” (2 Corintios 5:18). Es esta idea del “reino
de sacerdotes” lo que le da sentido a “propiedad exclusiva”.
Este grupo llamado Israel habría de ser exclusivo porque debía ser
un pueblo sacerdotal, guiando a los demás a experiencias
transformativas con Dios.
Era un grupo sacerdotal con un enfoque
hacia afuera. Todos debían ser sacerdotes con un enfoque, como
sugiere Éxodo 19, hacia “todas las naciones” y “toda la
tierra”. Más adelante, a través del profeta Isaías, Dios
enfatizaría este simbolismo de oscuridad y luz, diciendo, “te haré
luz de las naciones” (Isaías 49:6).
Cuatrocientos años antes de Éxodo 19,
Dios mencionó en cuatro ocasiones que todas las naciones de la
tierra serían bendecidas a través de Abraham y sus decendientes
(Génesis 12:1-3, 18:18, 22:18 y 28:14). El llamado desde el Monte
Sinaí para que todos los del pueblo de Dios fueran agentes de
reconciliación fue un paso importantísimo hacia el cumplimiento de
esa promesa.
¿Cuál es la enseñanza de esto para
los creyentes en el siglo 21? Bueno, Éxodo 19 es una expresión del
deseo de Dios de que Su pueblo lleve el Evangelio de la
reconciliación, redención y transformación hasta los confines de
la tierra. Pablo dice que todos los creyentes -Gentiles
y Judíos- son descendientes de Abraham (Gálatas 3:7, 29). Por lo
tanto, el pueblo de Dios, si deseamos aceptar completamente nuestro
rol como propiedad exclusiva de Dios, tomará firmemente su rol
sacerdotal trayendo al resto del mundo a la presencia de Dios.
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